En un desolado planeta; en el cual hay solo polvo estelar, que eran las cenizas de aquellas personas que habitaban allí, ellas se apagaron y se borraron como las brasas de una hoguera arrasadas por el fuerte viento de norte a sur. El planeta quedó inhabitable y sombrío, ya no existía luz que iluminara aquel olvidado planeta. A este planeta ya devastado, llegó un forastero alto y delgado; no se le veía el torso, lo cubría una túnica vieja y gris, rasgada y polvorienta. Sólo se veía sus piernas y brazos. A través de su túnica se podía apreciar sus gigantes y luminosos ojos, que parecían pequeñas lunas incrustadas en su piel pálida y seca, emanando luz para iluminar su travesía, a través de diversas galaxias y planetas. Al llegar a este desolado planeta olvidado y lleno de dolor, una luna llegó y se posicionó encima de aquel delgado forastero. El viajero le preguntó a la hermosa luna lo que había sucedido en aquel planeta para llegar a tal devastadora destrucción. La luna llena y agobiada de tanta tristeza y dolor comenta lo sucedido en ese planeta, que ahora sólo era una gran roca sin vida, dice el tal cuerpo celeste lleno y blanco, que los habitantes vivían en un conflicto constantemente, y que, para salir de esa guerra, un nativo de ese planeta, causó la destrucción y aniquilación de todo ser vivo que lo habitara. El nombre de aquella roca sin vida era “Navi”. El viajero al saber esta devastadora historia, cayó arrodillado en el polvo, sus brazos cayeron como árboles podridos estando en su lugar por muchos años; tal historia hizo sentir al forastero el dolor de todos los habitantes en el planeta Navi. Sus lágrimas salían de sus ojos lunares y salían flotando hacia las estrellas, dejando como testigo al cosmos de su gran dolor. Él miró a la luna y ella estaba en silencio, un silencio que dejó poco después de que ésta se despidiera del forastero. La luna se puso rojo, como si fuera bañada en sangre; una sangre que representaba a la cantidad de muertes en Navi, el forastero cabizbajo, puso sus manos en su cara para cubrir sus ojos, de repente sintió miles de espadas como penetraban su espalda haciendo que su túnica se tornara un color carmesí, y empapada de su liquido rojo, que poco a poco iba perdiendo.
Tal hombre caído en la tierra del olvido y de miles de ejecuciones y muertes, experimentó un dolor que lo hacía gritar y llorar de la inmensa agonía que causaba tal experiencia. Sus gritos llegaban la atmósfera de aquel planeta que lloraba sangre desde su interior.
El alto, delgado y pálido forastero daba su último esfuerzo para salir de aquel dolor que lo atrapó. Se levantó con sus piernas y manos reposadas en el suelo, en el cual era polvo estelar del planeta Navi; un planeta totalmente sombrío, apoyando su débil cuerpo para salir de tal miseria que lo tenía cautivo y consumía en ese momento.
Logró levantarse y trató de caminar, pero cayó desplomado hacia el suelo como un árbol talado de la manera más cruel. Volvió a levantarse, pudo caminar y sostenerse en pie, su espalda agujerada estaba pintada de rojo por su sangre seca, lavó esa sangre con un poco de agua que traía en una botella y bebió un poco de ella para no estar sediento de tanto agonizar; caminó unos pocos kilómetros tambaleándose y cojeando hasta llegar a su transporte estelar. Su nave era azul; un azul tan brillante como el de un manantial iluminado por la luz del sol en una tarde de verano, ésta brillaba por su extraordinaria estructura que tenía. Llegó a su nave y sacó un kit de primeros auxilios para curar sus profundas y dolorosas heridas, se quitó su manto y se miró en el espejo. Al quitarse tal capa de ocultamiento se pudo ver que usaba lentes grandes como los de un aviador, y cabello rojo, tenía un nombre en la correa de sus gafas, que decía “Blame”. Así es como se llama tal hombre viajero que fue atacado por el sufrimiento del planeta sangriento Navi. Blame no pudo conseguir algo que estaba buscando, lo cual era una espada antigua que otorgaba un gran poder a quien la obtenía. Ésta es totalmente dorada, en su hoja la recubre una banda roja que significa el vínculo del dicha espada tan poderosa y hermosa con su espadachín. Ésta arma es llamada “quebrantador de sombras”, que aniquila cualquier señal de sombras malignas. Ésta espada fue olvidad por su anterior espadachín, que sacrificó su vida ara derrotar a l sombra suprema del mal, Ganon, quien era una sombra que tenía una forma colosal de un demonio. Ganon fue derrotado por “Sirius” que era el antiguo espadachín del quebrantador de sombras, pero historias y leyendas dicen que Ganon volverá para destruir cada planeta del universo.
Por eso, Blame empezó su travesía para obtener al quebrantador de sombras, debido a que fue elegido por los guardianes de la luz de la galaxia. Blame reincorporado y sano, sigue su indeterminado viaje para conseguir tal arma, él tiene esperanza de incorporar la luz en toda la galaxia, para que no haya más inocentes muertos y asesinados por las sombras.
Blame encendió su nave y despegó a un planeta púrpura llamado “Taya”, este es un planeta donde habitan diversos animales y plantas, su naturaleza es muy llamativa por su infinidad de colores que resaltan lo hermoso de su tierra. La nave azul del forastero aterrizó con esperanza de encontrar el quebrantador de sombras. Dicen que tal vez e encuentra en Taya porque ahí fue donde se ejecutó la última batalla de Sirius contra Ganon, se rumora que se encuentra dentro de una caverna llena de cadáveres y sombría donde se podía encontrar la muerte. Blame fue en busca de la espada tan magnifica y herramienta para la salvación del universo del ataque infernal de Ganon, también conocido por el “Demonio de Sombra”. El delgado y pálido elegido, llegó a la caverna para sacar la espada de su tumba de guerra, mientras él estaba adentrándose a la tumba sombría de aquel conflicto trágico, en las profundidades del suelo de la caverna se encontraba restos del cuerpo de Ganon, el cual al sentir la presencia de un intruso y alterada su tumba, despertó de su largo sueño de invierno para retomar su ambición de destrucción del universo. Sus ojos eran de color rojo vivo, su cuerpo se fue regenerando como cenizas retomando su forma inicial, tenía cadenas de titanio en sus antebrazos y las soltaba para un ataque mortal; era sus látigos de destrucción y aniquilación de cualquier que se interpusiera en su camino. Su regeneración necesitaba un poco de tiempo para estar en su forma estable. Blame estaba iluminado su camino por la caverna negra con sus lentes para no poner un pie en falso y llegar a su objetivo, y la encontró. El quebrantador de sombras estaba a pocos metros de su alcance, no se veía como tenía que verse, estaba gris y llena de polvo, sin embargo, Blame no perdió la esperanza de su compromiso con los guardianes de la luz para salvar el universo, él retiró el polvo de la espada y la puso hacia el rayo de la luna, y de repente la quebrantador de sombras empezó a emanar un color dorado tan reluciente como millones de luces alumbrando una pieza de metal, cuando la sostuvo hacia arriba, la banda roja apareció desde la punta de la hoja recorriendo la espada como una gota de agua deslizándose sobre la superficie de una hoja de un árbol joven, la banda llegó hasta el mango del arma y llegó a para en la muñeca de Blame, poniendo una marca roja que significaba que esa hermosa espada ahora le pertenecía. Su misión ya estaba a punto de comenzar dentro de muy poco, Blame salió de la caverna con su magnífica arma, pero por desgracia Ganon ya tenía su forma completa y lista para luchar para lograr su destrucción masiva, al sentir la presencia del quebrantador sombras, se levantó furioso y con deseos de revancha. Salió disparado de la caverna destruyéndola por completa y dándole un golpe a Blame, lanzándolo hacia un muro de piedra que estaba allí cerca, el golpe que recibió el elegido por los guardianes fue tan fuerte que escupió sangre como muestra del peligro que corría al enfrentarse a tal demonio, y si eso le está pasando a él no se imagina lo que le pasaría al resto del universo a manos de ese monstruo. Blame se levanta y se ajusta su túnica sucia y polvorienta; empuña la espada para decir que el combate empieza aquí y ahora, una batalla de vida o muerte que definiría el destino del universo. El elegido da su primer golpe, pero Ganon logra esquivarlo y contraataca, dando un golpe titánico en la espalda de Blame, sus huesos sonaron como piedras siendo trituradas en una máquina, pero Blame no se rinde, rápidamente se levanta y corre gritando, ataca a Ganon desgarrando su pierna y Blame se da de cuenta que al cortarlo su herida y carne se quema, volviéndolo su herida en piedra. Al ver esto, Blame comienza a esquivar los ataques de Ganon y va cortando sus puntos débiles para lograr que quede inmovilizado para dar su golpe final para acabar con el demonio sombra, pero Ganon va recuperándose poco a poco e impide su inmovilización. Blame se asusta y teme en no poder salvar el universo, queda estupefacto y se distrae del enemigo, el cual lo levanta y lo toma del cuello, sofocándolo; Ganon agarra el quebrantador de sombras y la lanza fuera del alcance de Blame, e demonio toma el brazo izquierdo del pálido elegido y lo rompe, volviéndolo en una estructura ósea hecha pedazos, Blame grita de agonía y por poco se apaga la llama del héroe elegido. Ganon tras torturarlo, lo lanza hacia el suelo y provocando que sus lentes característicos de nuestro delgado héroe se rompieran, dejándolo desconcertado y con los ojos fuera de combate, estaba a poco de desmayarse y dejar la pelea. Pero donde cayó el cuerpo del héroe, se encontraba la espada de poder insuperable, ésta empezó a producir un brillo dorado intenso que salían destellos estelares de ella, la banda roja en la mano del héroe empezó a crecer hasta alcanzar a recubrir todo el cuerpo de Blame, transformándolo en el guerrero rojo de la luz. Sus heridas y fractura habían quedado en el olvido, se formó otro ser diferente y con fuerzas de derrotar las siniestras sombras del demonio sombrío en busca de miles d devastaciones planetarias.
El nuevo guerrero rojo tomó su espada y fue volando hacia la sombra demoniaca de Ganon, esquivando sus cadenas de titanio, corta su espalda y acaba inserta el quebrantador de sombras en la cabeza del demonio haciendo que los sesos de Ganon se salieran de su inmensa cabeza negra que solo se veían sus ojos rojos de destrucción, pues ahora esos ojos se apagaron dejando así el fin de las sombras que atacaban al mundo de la luz, Blame cumplió su promesa con los guardianes de la luz y el todo el universo.
Este héroe dio todo de sí, un hombre dedicado a entregar toda su dedicación y dispuesto a cumplir su promesa a pesar de todas sus heridas, algo que yo no pude contra Ganon, dejé que la sombra acabara conmigo, Sirius, que caí en la muerte hecha por el sufrimiento del mundo y sus sombras. Pero este viajero ha hecho que pueda descansar sin preocupación del destino del universo.